La Legislatura, el ring de un peronismo en llamas
El gobernador se plantó y rechazó los cambios en el presupuesto que exigían la oposición y los intendentes. Ordenó a Magario cerrar el Senado. Habrá un nuevo intento la semana que viene.
Dejar todo para fin de año no siempre es la mejor opción. Con una paleta enorme de temas postergados, el peronismo en la Legislatura no logró aprobar el presupuesto de Axel Kicillof para el año próximo. Se mezcló todo: la interna del oficialismo, la negativa del gobernador a negociar, las demandas de la oposición.
Habrá un nuevo intento el viernes próximo, aunque la relación entre Kicillof y la Legislatura atraviesa un momento delicado, en particular con sus propios legisladores.
Lo que sigue es una crónica de horas frenéticas de negociaciones que no sirvieron para el objetivo final: lograr un acuerdo que sirva a todas las partes. En definitiva fue un fracaso de la política.
Crónica de una sesión fracasada
El jueves en la Legislatura bonaerense duró 72 horas. El inagotable reunionismo se extendió pasada la medianoche y la tensión fue en aumento con el correr de las horas. Axel Kicillof no dio el brazo a torcer y negó los pedidos de la oposición, pero también los de Unión por la Patria. Estos dos bandos unificaron fuerzas y empezaron a editar el texto a gusto y piacere.
“Se está haciendo todo el presupuesto de nuevo”, nos dijo alguien que estaba al tanto de las negociaciones. Eran las 22.27 de la noche y quedaba una hora y media para bajar al recinto.
Al despacho de Juan Pablo De Jesús habían llegado los intendentes kirchneristas del conurbano. También estaba Teresa García, Facundo Tignanelli, Marcelo Feliú, Alejandro Dichiara y Alexis Guerrera. Alguien les sugirió que posen para una foto.
Mayra Mendoza ofició de vocera y al salir del encuentro nos dijo a un grupo de periodistas que su expectativa era que el de Kicillof sea “un presupuesto, no de ajuste ni de recorte, sino de mejor distribución para los municipios”. Es que los intendentes reclamaban un jugoso fondo para municipios.
La interna peronista quedó expuesta. Una de las voces negociadoras con el Gobierno fue clara: “Nosotros queremos 500 mil millones para los intendentes. Si no está eso, no se puede empezar a hablar”. Era un oficialista en traje opositor.
Una de las molestias más grandes en Unión por la Patria fue la negativa del ministro de Economía de Kicillof a ceder en ese monto. “A los intendentes radicales les ofrecieron 320 mil palos, ahora nos quieren dejar a nosotros en 170. No cierra por ningún lado”, evaluó un diputado.
El listado de cambios introducidos hicieron un nuevo Presupuesto, inviable para los números de Kicillof. Uno de los puntos incluía, por ejemplo, aumentar un punto la coparticipación a los municipios y así garantizarse el flujo de los fondos de manera automática. La sesión en Diputados empezó a las 23.59 horas. Solo unos segundos antes de que se cayera.
Verónica Magario, del otro lado del enorme palacio legislativo, seguía atentamente la jugada. Dejó correr la hora y la sesión “espejo” se cayó al pasar las 00 horas. Eso hizo enojar a los bloques de la oposición, que estuvieron todo el día de rosca. Al regresar del cuarto intermedio pedido por el presidente de la UCR, Diego Garciarena, ni esta bancada, ni la del PRO, ni los libertarios se sentaron en sus sillas. “Se pueden ir a la puta que los parió“, concluyó uno.
Los senadores, mientras tanto, se convirtieron en la envidia de todos los presentes. “Bueno, nos vamos a dormir, cuenten cómo termina“, chicanearon a los periodistas.
“Era un delirio lo que querían votar”, reconoció un legislador opositor. “Si yo fuese el gobernador los mando a la mierda a todos si me votan esto. Una locura”, agregó.
En los pasillos, una experimentada voz peronista, aunque con pocas palabras, dejó entrever la estrategia: “Esto no puede ser un loop de sesiones caídas. Se van a tener que sentar y negociar”.
Algo que pasó por lo bajo fue la intención de un sector de Unión por la Patria de colar algún artículo que deje habilitadas las reelecciones para intendentes y legisladores. Esa meta no encontró apoyo en el Frente Renovador, ni en el camporismo, ni en la oposición. “Si el gobernador, como les dijo a los intendentes, está de acuerdo, que nos lo diga y no meta cuña entre nosotros. Si lo pide, las manos van a estar, pero no vamos a hacer una modificación de la ley y poner la cara solo los legisladores”, nos marcó una autoridad legislativa.
Los opositores miraban todo comiendo pochoclos. “Vivona estaba a las puteadas porque no le dieron bola con las reelecciones, que es su bandera”, nos comentó un compañero de recinto del hombre de Malvinas Argentinas.
Con todo, la sesión en Diputados concluyó a la 1.53 de la madrugada, cuando el presidente del bloque peronista pidió abrir un cuarto intermedio hasta el viernes 27 a las 14 horas. “¡Feliz Navidad!“, cerró la jornada el flamante presidente de la Cámara baja, Alexis Guerrera.
Queda en off
Berni encendió la camarita. La comisión de Asuntos Constitucionales y Acuerdos (ACA) tomó el jueves la entrevista que faltaba y que había generado tensiones entre Verónica Magario y La Cámpora. Algunos envíos atrás contamos que mientras esa comisión hacía entrevistas express a unos 100 postulantes, Sergio Berni aparecía como conectado, aunque en realidad estaba acompañando a Kicillof en el norte de la provincia. Esta vez, el senador optó por hacer las cosas bien y para la entrevista que faltaba decidió prender la camarita de su compu.
Lissalde pide el VAR. Ricardo Lissalde, votó esta madrugada a contramano de su propio bloque la nueva ley de jubilaciones del Banco Provincia (Bapro). El diputado massista rechazó el proyecto del oficialismo con argumentos técnicos, pero además aseguran que tiene dudas en la legalidad de la votación. Es que minutos antes toda la oposición se había retirado del recinto y parece que no daban los números.
Hubo tiempo para Rabieta. Como la rosca se hacía eterna, un numeroso grupo de legisladores decidió dejar el palacio para pasar unas horas en el bar Rabieta, ubicado estratégicamente en 9 y 51, justo en la esquina del Anexo. El espacio gastronómico es de los favoritos para diputados, senadores y asesores. Más allá de las grietas y las negociaciones, quedó tiempo para una birra.
¡Gracias por llegar hasta acá! Te recordamos que esto es a pulmón, así que si querés colaborar lo podés hacer al alias votacionnominal o a través de este link
Hasta la semana que viene, ¡buen finde!